Letras Desnudas / Mario Caballero
El pelón y la tesorito: promotores del crimen
Los reclamos a los alcaldes de Motozintla y Suchiate no pueden ser desoídos. Sobre todo, cuando los habitantes de ambos municipios están siendo asesinados en sus propios hogares. Pues bandas delincuenciales se han adueñado de los territorios, donde la violencia y el crimen han venido al alza desde que las actuales autoridades municipales asumieron el poder.
Lo peor del caso es que los dos munícipes en cuestión están acusados de proteger y promover a los grupos criminales que operan en sus dominios.
EL PELÓN
“El pelón”, alias Jorge Luis Villatoro Osorio, gobierna Motozintla desde el 1º de octubre de 2018, pero sólo en el dicho.
Rindió protesta asegurando que “hoy inicia una nueva etapa de trabajo que inspira, de esfuerzo, que motiva a hacer las cosas bien, ya es tiempo que hagamos un cambio y sepamos conducir al pueblo hacia un futuro mejor, que otros estados y otros países nos volteen a ver y se reconozca Motozintla. Ya basta de simulaciones, de desvío de recursos y apoyos. Nada de darle mucho a pocos y nada a muchos”, dijo.
Motozintla es una pequeña ciudad enclavada en la región fronteriza con Guatemala, considerada capital regional de la Sierra Mariscal, y es sumamente pobre.
De acuerdo con informes de SEDESOL cuenta con alrededor de 73 mil habitantes, de los cuales casi el 50 por ciento carece de servicios básicos en la vivienda, un 33% tiene un grave rezago educativo y más del diez no tiene acceso a una alimentación diaria.
En contraste, el presidente municipal goza de un nivel de vida que extrañamente no corresponde a su salario. Viste ropas de marca, zapatos finos, lociones que de costosas equivalen al sudor divino. Sus automóviles son de lujo al igual que su residencia. Es aficionando al alcohol y a los juegos de azar. Es un playboy que acude frecuentemente a lugares sofisticados y se relaciona con las clases altas de la sociedad. Su familia, por mencionar lo menos, es extravagante en el vestir y su conducta es todo derroche de prepotencia y altanería.
Se presume ganó la alcaldía a través de financiamiento ilícito y cometiendo fraude el día de las elecciones, pues se dice que el priista compró votos y aun así resultó ganador con una diferencia de apenas 600 votos. Lo cual desató una indignación en la sociedad cuyas protestas terminaron incendiando las instalaciones de la junta local del IEPC en el municipio.
El pelón es un inepto en materia de gobernabilidad. Sabe bien que para preparar un whisky en las rocas primero hay que poner los hielos, pero desconoce de códigos éticos de conducta, participación ciudadana, políticas públicas, democracia y control, principios de todo buen gobierno.
Sin un plan de desarrollo y agenda de trabajo sus acciones han agravado los problemas del alumbrado público, de la basura, inseguridad y el agua potable, a tal caso que la mayoría de las personas compran agua en pipa porque el Ayuntamiento es incapaz de brindar el servicio.
En días recientes, en completo estado de ebriedad, dijo: “Aquí en Motozintla hay paz. La seguridad es muy buena. No hay delincuencia. Estamos bien”. Farsante. Villatoro Osorio ha invertido cientos de miles de pesos en una campaña mediática para simular seguridad, pero la realidad es otra en el municipio, en la que ocurren asesinatos y asaltos a plena luz del día.
El 5 de abril, habitantes de la localidad salieron a las calles a protestar por los altos índices delictivos. La gota que derramó el vaso fue el salvaje asesinato de un hondureño que había sido atacado a cuchillazos en el centro de la ciudad. Cuentan que dicho hombre caminó varias cuadras con el cuchillo clavado en el cuerpo hasta que cayó muerto en la acera. Ninguna autoridad lo auxilió.
Hasta entonces, el alcalde Villatoro ha sido indiferente ante la ola de violencia. Nada ha hecho por recuperar el orden. Pues se dice que en el municipio sólo hay 115 policías, divididos en dos turnos y apoyados por dos patrullas. Una de éstas es utilizada para cubrir las necesidades de seguridad de la población y la otra está comisionada para resguardar la gasolinera denominada “La Piedra”, propiedad del presidente municipal.
Jorge Villatoro tiene guardaespaldas armados que lo protegen a él y a su esposa. Aparte, la población lo acusa de proteger a grupos delincuenciales que operan en el lugar a cambio de jugosas cantidades de dinero que llegan a los bolsillos del alcalde. También lo señalan de contratar a grupos de centroamericanos, que llegaron a Chiapas en las caravanas migrantes, para sembrar el terror en ciertos puntos de la urbe y culpar de la crisis de inseguridad a su antecesor Víctor Lavalle Cuevas.
A la par de la inseguridad, la fortuna del pelón también ha crecido sorprendentemente. Hay rumores de que desvía recursos del erario para sus proyectos personales. Uno de ellos es comprar una diputación local en los próximos comicios.
LA TESORITO
Sonia Eloína Hernández Aguilar es presidenta municipal de Suchiate. Se describe a sí misma como una mujer de trabajo, honesta, formada por la cultura del esfuerzo, que lucha por el bien común y que quiere lo mejor para la gente humilde. Pero en los hechos es todo lo contrario.
Le apodan “La tesorito” por su chocante forma de vestir y lenguaje corriente. Le gustan los vestidos de colores brillantes y las alhajas tipo Huicho Domínguez (aquel personaje interpretado por Carlos Bonavides en la telenovela El Premio Mayor). En días recientes, protagonizó un escándalo en Facebook mediante una fotografía que se tomó momentos antes de acudir a la fiesta de graduación de una de sus nietas.
En ella presumía su largo cabello dorado, un grueso collar, pulseras de oro, un vestido que contribuía a resaltar su demasiada belleza, concretamente la parte del abdomen. En un brazo sostenía una enorme caja envuelta para regalo. En la otra, un bolso Louis Vuitton, cuyo precio puede alcanzar hasta los tres mil euros, algo así como 63 mil pesos mexicanos. Esa imagen de una ostentación grosera, contrasta con el nivel de pobreza de Suchiate donde un tercio de la población no puede procurarse una comida todos los días y casi el 50% es pobre.
La tesorito brilla por su inoperancia y falta de oficio político. Los ciudadanos la señalan de pagar vía nómina institucional a grupos de choque que los reprimen y amagan. Al igual que El pelón, asegura que Suchiate es seguro, pero sus decisiones han llevado al municipio a su peor crisis de inseguridad, con asaltos y asesinatos.
De acuerdo a cifras oficiales, de enero a la fecha en Suchiate han ocurrido el 8% del total de los homicidios registrados en Chiapas, lo cual lo coloca en el segundo lugar en ese delito en el estado.
Una de las causas de que en ese municipio haya incrementado la criminalidad es que la seguridad depende de sólo 7 patrullas. Cinco de éstas están en los centros de control vehicular, donde se cobran cuotas a los conductores. Una de esas está al servicio de la Directora de Seguridad Pública Municipal, que la usa para viajes de placer a las playas cercanas, ir de compras a Tapachula o, según rumores, para transportar contrabando que llega a las manos de dicha funcionaria.
Otra causa es que Sonia Eloína despidió al 80% de los policías al inicio de su gestión, bajo el pretexto de que no cumplían con los protocolos de control y confianza.
Además, la alcaldesa suplanta su propia identidad, ya que en documentación oficial aparece como María Eloína Hernández Aguilar, pero firma como Sonia.
En el colmo, encubre la corrupción y los delitos de sus funcionarios. A finales de junio, fue detenido un joven con un kilogramo de marihuana, pero lo liberaron al poco tiempo pues resultó ser hijo de una regidora de ese municipio. En ese sentido, un hijo de Hernández Aguilar estuvo involucrado en un accidente automovilístico en Tapachula, pero como es hijo de la presidenta de Suchiate no pagó los daños que provocó con su auto de lujo y se negó a cubrir los gastos de las curaciones de los heridos.
Por todos estos motivos los reclamos contra esos alcaldes no deben caer en oídos sordos. El Congreso del Estado debería instruir auditorías a esas gestiones en las que la corrupción es manifiesta. Y hasta el Ejecutivo debería tomar cartas en el asunto porque en Motozintla y Suchiate la gente está siendo asesinada ante la mirada negligente del Pelón y la Tesorito. ¡Chao!
yomariocaballero@gmail.com

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